Cuando notas que sus cabellos están grises y las huellas del tiempo comienzan a reflejarse en su piel, son indicativos que se acerca la hora en que nuestros padres o seres queridos mayores, comienzan a transitar hacia la tercera edad, época en que nosotros los hijos debemos velar y empezar a cuidarlos un poquito más, ya sea disponiendo de nuestro tiempo o ayudándolas a conseguir personal profesional para que lo haga por nosotros.
Amor en la tercera edad: Amar y sentirse amado
Que ellos hayan llegado a la tercera edad puede significar el final de muchas cosas, pero también el comienzo de nuevas etapas. A veces se asocia el estado de enamoramiento a las personas más jóvenes, pero acaso, ¿Nuestros mayores no pueden amar nunca más? ¿No pueden sentir cosquillas en el estómago ante la persona amada? ¿O enamorarse como un adolescente a los sesenta?
Quienes crean que las arrugas y las canas apagan el deseo o la pasión, deberían pensarlo dos veces ya que la edad no es una barrera que impida tener una vida sexual activa.
En la tercera edad, es cuando más se necesita amar o sentirse amado, es el tiempo del amor maduro y sin dudarlo nuestros abuelos o padres mayores merecen este amor.
Aunque suene un tanto extraño, en los albores del siglo XXI hay personas que se han casado una sola vez y siguen juntos después de 30, 40, 50 y más años de matrimonio, posiblemente vuestros padres o abuelos sean unas de esas parejas.
Cómo se sienten nuestros mayores a la hora de amar
El amor en la tercera edad puede tomar muchas formas y ser más tierno, más espaciado, más romántico, más profundo y hasta más sexual. Pero por sobre todas las cosas, el amor en la tercera edad es realista, acepta las arrugas del otro, el movimiento lento, las pequeñas manías, las depresiones peculiares, los gustos y preferencias, y hasta terminar de cerrar oscuros hechos de la pareja en el pasado.
Con el paso del tiempo las parejas mayores además de preocuparse por su aspecto físico y sus sentimientos y pensamientos, han cultivado el espíritu que les hace superar cualquier barrera que la edad les ponga por delante.
El hombre o la mujer de 60 o más años, a diferencia de las parejas más jóvenes, han tenido más tiempo y oportunidades para aprender a amar de verdad, con un amor pleno y verdadero.
Es en la edad de nuestros mayores, cuando la pareja se vuelve realmente hermana, cuando su comunión es total porque han quedado atrás egoísmos, vanidades, superficialidades, competencias inútiles, pleitos y malos entendidos.
En tiempos de San Valentín desde Maid In Barcelona queríamos resaltar el amor maduro, el amor de pareja en la tercera edad por el que nuestros abuelos o padres mayores seguramente siguen apostando día a día, y deben ser el reflejo de lo que nos espera cuando nosotros mismos empecemos a caminar en el dulce, romántico y placentero terreno de la tercera edad.
(Imágenes vía Pinterest)